Elodia Córdoba

“Aprendí que tenía mucho para dar”

Elodia llegó a Bogotá en su adolescencia con el propósito de terminar su bachillerato y darle calidad de vida a su hijo y a la bebé que crecía en su vientre. Como si se tratara del sueño americano, ella confiaba en que la capital los recibiría con los brazos abiertos. Lo que no contemplaba era encontrar aquí el escenario de violencia que no vivió en el Chocó. En las márgenes de Soacha y Bogotá, donde la delincuencia, el conflicto armado y el expendio de drogas no daban tregua, mientras Elodia pasaba angustias con el temor de que sus hijos crecieran en un entorno tan sórdido. “Mi hija nació con las manos empuñadas de toda la angustia y la carga que yo tenía”, cuenta.

Con todo y adversidades, Elodia hizo de sus miedos su mayor fortaleza. Aprendió a vivir en Soacha, a caminarla y conocerla; en uno de esos tantos días vio la casa de Tierra Viva, entró y se vinculó de inmediato como participante de talleres de manualidades. En poco tiempo compartió sus conocimientos con otras mujeres de la Corporación, quienes bajo el pretexto del arte se reunían, se alejaban de la monotonía, ganaban confianza en sí mismas y algunas se alejaban de la violencia en el hogar. Aquí todas eran escuchadas, recibían capacitaciones en emprendimiento para potenciar su visión de empleo y se educaban en derechos para fomentar su desarrollo y vida digna. 

A partir de ese conocimiento adquirido, Elodia se sentía con deseos y capaz de salir adelante. Cuando Tierra Viva tocó las puertas de Naciones Unidas con el fin de que esas mujeres formalizaran su empleo, ella no lo pensó dos veces, y propuso crear una cooperativa que convocaría a mujeres de distintas regiones de Colombia para trabajar empacando alimentos. Elodia cuenta que para ese punto dejó de sentirse víctima de violencia, se capacitó y empoderó tanto, que tiempo después decidió emprender sola.

En 2013 creó la empresa Servi Córdoba de Aseo S.A.S., que trabaja para el grupo Texmoda, con  tiendas como Bershka, Stradivarius, Zara Home y Nike. La empresa ha crecido con éxito y mantiene su visión de apoyar a personas vulnerables, especialmente si se trata de su primer empleo. Por ello, contrata a población afro, LGBTIQ, trabajadores sexuales, jóvenes y adultos mayores. Este esfuerzo ha sido reconocido por la embajada de Estados Unidos, la Gobernación de Cundinamarca, la Secretaría de la Mujer de la Alcaldía de Bogotá y la Alcaldía de Soacha. Para ella, su mayor logro,  lo que verdaderamente la llena de orgullo, es que fruto del aprendizaje y el esfuerzo protegió a sus hijos y les dio estudio de calidad.

Al mirar atrás recuerda con cariño ese impulso que recibió en la ludoteca de la Corporación Humanitaria Tierra Viva: “Yo digo que si no hubiera sido por Tierra Viva mi vida quién sabe qué hubiera sido; no hubiera sido fácil. Aquí me abrieron el horizonte; acá aprendí a visualizar que yo tenía mucho para dar”.

Redacción: Maria Ofelia Trejos / Edición: Astrid Villegas